Objetivo

Este blog busca apoyar y animar a aquellas personas que tienen dentro el carisma contemplativo. No importa si desarrollan este carisma en soledad absoluta o lo viven en sus hogares llevando lo mejor que pueden y contra viento y marea, una vida interior orientada hacia el espíritu, sin ningún apoyo y nadando contra la corriente social. Desgraciadamente y con demasiada frecuencia, también tienen que nadar a "contra corriente" respecto a la misma iglesia.

Estas personas contemplativas son numerosas, aunque no se puedan diferenciar de las demás con facilidad. Su carisma les solicita vivir hacia el interior y rara vez son comprendidos dentro y fuera de la Iglesia. Ante el derrumbe espiritual de la Iglesia, algunas no han tenido otro remedio que ocultarse, apartarse, y a veces, y lo que es más triste, separarse de las estructuras eclesiales. Estructuras que les repudian, ignoran y les abandonan a su suerte. Estructuras más preocupadas por las formas exteriores (culturales, sociales y sentimentales) que en la deificación del ser humano.

Este blog también tiene como destino aquellas personas que rompieron con la Iglesia ya hace muchos años ante la imposibilidad de encontrar dentro de Nuestra Madre un espacio que les acogiera en su vocación contemplativa. En muchos casos han terminado por acercarse a doctrinas y prácticas orientales, que siendo respetables, desconocen al Logos (Cristo) y su Misterio. Espero que puedan encontrar aquí un cierto "sabor a hogar". Un sabor que no les será extraño y que quizás les anime a profundizar en la Tradición Apostólica y a valorar las enormes riquezas que posee. Quizás encuentren aquí una manera mucho más fácil y sencilla de ponerse en presencia de Dios a través de lo Sagrado.

También quiere abrir una puerta a aquellas personas que están plenamente integradas en la Iglesia y llevan una vida contemplativa dichosa e inspirada; afortunadamente también las hay y hay que dar gracias a Dios por ello. Sin duda encontrarán aquí alguna información de provecho.

Quienes adoran a Dios "en Espíritu y Verdad" forman la «Iglesia Interior». La Iglesia que vive su fe en lo sustancial que emana del Misterio Cristiano. Para todos ellos: ¡ánimo!, paciencia, perseverancia en la meditación, oración y contemplación, y esperanza en la dificultad. Al fin y de al cabo, cuantas más dificultades nos rodeen, tanto más hay que ir a lo Esencial. En Cristo encontramos el remedio que cura y transforma. Todo forma parte del plan de Dios y como cristianos, sabemos que es necesaria la muerte para alcanzar la resurrección.